Querido señor que se llevó mis pensamientos:
No sabría como decirlo, pero desde aquel momento en que te vi entrar por esa puerta sentí que mi aire era robado de mis dos pulmones. No lo quise aceptar, y después de un largo tiempo de pensarlo, me di cuenta que te habías robado un poco de mi pensamiento. ¿Como recuperarlo, si cuando quiero dejar de pensar en ti vuelves a aparecer? Lo peor de todo es que estás más adentro de lo que pensaba, que todo esto creció mucho más de lo que esperaba, y nunca pensé en llegar a sentir esto por ti. Maldito, maldito que me ilusiona. Maldita, maldita yo que cree que puede llegar a pasar algo entre los dos, algo más de lo que ha pasado.
Creo que tengo que decírtelo de una buena vez, sacarme este empalagoso sentimiento y ser libre, disfrutar, porque dudo, que una persona como tu, sienta lo mismo hacia una persona como yo.
Y si algo llegase a suceder -sueña, pequeñita, sueña-, de verdad sería como si caminara por el cielo junto a ti.
Es tiempo de matar a esas mariposas que están revoloteando en mi estomago, ¿No crees?
Siempre tuya,
Marie Gabrielle Reciné B.