jueves, 25 de agosto de 2011
posted at 9:32
Y sin darnos cuenta, algo raro nació entre los dos. Era como que nos conocíamos hace ya bastante tiempo, que no necesitábamos hablar más, que todo ya estaba dicho y que ahora sólo faltaba eso.
Un poco torpe, entre risas y abrazos que nos acercaban más, escuchando música que nos recordaban -o por lo menos a mi- muchos sucesos, así como juegos de niñez, como noches de alcohol y tardes de guitarreo.
Conjunto de sensaciones un poco eléctricas, que envician y nos enredan.
Disfrutar el día a día, eso fue lo que me dijiste y yo te aseguré que lo hacía. Y no te miento. Lo hice, lo hago y lo seguiré haciendo.