Desperté a mitad de la noche y su espalda estaba ahí
Tan serena y tersa, morena que me llama a morderla
Desperté a mitad de la noche y sus labios estaban ahí
Respirando tranquilamente, y yo ahí
Observándolo, perdiendo mis dedos en sus cabellos.
Desperté a mitad de la noche y sus ojos miraban los míos
Un beso, dos, tres, hasta infinitos
Enredando las piernas, abrazándonos, entregándonos.
Se me escapa un suspiro y tiembla,
El corazón no deja de palpitar rápidamente,
Mi cabeza deja de analizar un poco
Y cada pasadizo se llena de blancura.
Se me escapa otro suspiro,
Agarro las sabanas para no perderme,
Me sonrojo, demasiada alegría.
Desperté a mitad de la noche y me puse a pensar;
que no hay nada más rico que despertar contigo.
Tus dedos entrelazan los míos y mi camino ya no es el mismo junto a ti.
Hace demasiado tiempo que no sentía esto.
Felicidad de la mano con el amor.